Cerca de 2.000 negocios argentinos se dedican a la producción de helado artesanal: tienen en común su cantidad de variedades a partir de un mismo gusto base, y la búsqueda de supervivencia ante cadenas de franquicias como Freddo o Chungo. Sin embargo, en algunos casos los emprendimientos individuales -o al menos más pequeños que las cadenas- consiguen superar su calidad y hasta la proyección de sus negocios.