lA crisis económica ha hecho estragos en muchos sectores, pero en el heladero el mal tiempo ha sido mucho más devastador. Las heladerías artesanas de Pamplona han notado un descenso en las ventas con respecto al año pasado y lo achacan a las bajas temperaturas estivales.
Este verano está siendo uno de los peores debido al déficit de sol que reina en la capital navarra y en el resto del norte. Una de la empleadas de la heladería Nalia, Mercedes, lo calificó como "un verano bastante negro". En el caso de este establecimiento hay que sumar la reforma que llevaron a cabo hace unos meses. Pero sí que han notado que desde que los helados están a la vista, se venden más. Asimismo ofrecen una cucharada a toda las personas que muestran interés por un sabor en concreto y nunca mezclan las bolas porque "causaría daño a los alérgicos", afirmó Merche.
Por su parte, las dos heladerías Larramendi, una ubicada en la calle Estafeta y la otra en San Nicolás, creen, según Marta Larramendi, que el bajón de clientela se debe "al mal tiempo, no tiene nada que ver el año pasado con este, de hecho, se podría decir que todavía no ha empezado el verano".
Es palpable la preocupación de las heladeras pamplonesas, ya que los que antes eran los meses de bonanza para el negocio, junio y julio, se han tornado en meses de desventura. Aunque hay temporadas en las que se vende muy bien por diversos factores como son las vacaciones, los actos culturales, o las fiestas.
En abril se pueden vender muchos helados porque "la gente coge el helado con muchas ganas", explicó Larramendi. También hay ciertos eventos que favorecen el consumo de estos dulces tan fríos como, por ejemplo, la semana antes de San Fermín, en la que hay conciertos en la plaza del Castillo y en la que, según Larramendi, "siempre se vende y si hace bueno, más. También en San Fermín Chiquito, que cae en fin de semana y la gente sale a disfrutar las fiestas".
Junio también suele ser muy buen mes, por la gran afluencia de turistas. "Sobre todo vienen franceses e ingleses a por helado y turrón", explicó Nieves, empleada de La Jijonenca, en la plaza del Castillo.
A pesar de las referencias de otros años respecto a los periodos de mayores ventas, todas las heladerías coincidieron en que el sol es el factor determinante en el consumo de helados. "Dependemos totalmente del sol, hasta el punto de que esta Semana Santa abrimos y se vendió muchísimo porque hizo buen tiempo", aseguró Tatiana de la heladería Larramendi.
La Jijonenca también ha notado la falta de clientes, pero cuenta con un gran paraguas para resguardarse de los días más fríos consistente en crêpes, gofres y café, que nunca fallan. Además, es la única heladería que no cierra en invierno, convirtiéndose en turronería. Eso sí, mantiene una pequeña vitrina con los helados más populares para todos aquellos que no prescinden del dulce helado durante los meses invernales. Nieves aclaró que "si hace sol se venden helados, si hace mucho calor los granizados y a partir de las 19.00 horas triunfan los gofres y los crêpes. Los sorbetes de mojito y cava, que son nuevos, también gustan mucho. Además tenemos una clientela fija que viene sobre la misma hora y a por el mismo producto".
fieles Un factor muy importante, y que las cuatro heladerías han destacado, son los clientes fijos. Todas cuentan con consumidores habituales que tienen una hora y un producto determinado.
Los fines de semana es cuando más se compra helado en tarrinas para llevar a casa. "Muchas personas vienen desde los pueblos para llevarse tarrinas de helado. También vienen muchos extranjeros que, exclusivamente, buscan el corte de nata, les encanta", confesó Merche.
Entre los sabores estrella están los clásicos como chocolate, vainilla, yogur y stracciatella. Nieves, de La Jijonenca, añadió a la lista el helado de turrón, limón y avellana. Esto en cuanto a los nacionales, porque los extranjeros son algo más atrevidos. "Las personas del Caribe suelen pedir sabores exóticos como el mango, coco o frambuesa", señaló Merche.
Bien nacionales o bien internacionales, lo que queda claro es que los helados son para el verano.
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