Resulta curioso descubrir como en ocasiones, la publicidad más creativa recurre a la utilización de formas similares u objetos cotidianos para componer y transmitir un mensaje. En una especie de juego o ejercicio mental, este tipo de anuncios suelen producir un curioso efecto en nuestra mente.
Capaces de generar una falsa ilusión o espejismo para llamar la atención tras el cual se oculta el verdadero mensaje, estos no son más que simples reclamos que juegan con nuestra percepción de forma ingeniosa y verdaderamente creativa.